Su distribución de origen no se sabe exactamente, pero, por las evidencias que se tienen, parece que Turquía y el sur de Europa eran su territorio en época post-glacial. La especie fue introducida en Europa occidental por los fenicios, y en centro y norte por los romanos y los normandos. Su distribución actual está mucho más dispersa y parcheada de lo que refleja el mapa, donde se ha coloreado el rango general de extensión donde se pueden encontrar. Tiene un alto nivel adaptativo: es capaz de sobrevivir en un amplio rango de hábitats, desde bosques, hasta áreas de matorral, de pasto o de plantaciones.

Los gamos presentan cuatro variaciones de pelaje:
– El color común, que es castaño-beige, con moteado blanco en los costados y la rabadilla blanca con borde negro en forma de herradura. La chaqueta de pelo se torna más grisácea en el invierno.
«Menil»: con una coloración más pálida, pero el moteado blanco se mantiene todo el año, y un dibujo como de herradura en color caramelo en el lomo. 
– Melanístico: negro, o casi negro, o tono chocolate.
– Leucístico: blanco o color arena muy claro, que se blanquea más con la edad. Es una coloración auténtica, no se trata de albinismo.