Es la tortuga de mayor tamaño de África continental y es sobrepasada únicamente por las especies isleñas gigantes, como la de Aldabra, en Seychelles, o la de Galápagos. Los machos son más grandes que las hembras; el caparazón de un macho puede llegar a medir unos 83cm de largo, y la curva completa, 1 metro, mientras que en las hembras la circunferencia mide unos 70cm.

La especie suele encontrarse en hábitats donde de forma periódica o intermitente se forman arroyos o ríos, llamados localmente «kori» en las regiones sahelianas, que mantienen la vegetación arbustiva semi-caduca. También se asocian con sistemas dunares y pendientes.

Los machos en particular son altamente territoriales, con combates frecuentes en los que intentan volcar al oponente mediante fuertes embestidas. Hacen uso de cuevas, de las que salen sobre todo por las mañanas, para calentarse al sol tras la fresca noche.

Las poblaciones de tortugas de espolones africanas han decrecido en poco tiempo debido a la pérdida del hábitat, en gran parte como resultado de la urbanización, el pastoreo excesivo de ganado doméstico y la desertificación. Muchos individuos jóvenes de la especie son también capturados para su comercio, y dado que esta especie tarda I5 años en alcanzar la madurez, se teme enormemente que las generaciones salvajes sean incapaces de recuperarse y que como resultado se extingan poblaciones locales.