El avestruz es la más grande de todas las aves y es inconfundible por su apariencia. Tiene el cuello largo y desnudo y la cabeza pecueña, un cuerpo potente y patas largas y musculosas. El plumaje en los machos adultos es negro con largas plumas blancas en la cola. Las hembras y los machos jóvenes son de color pardo grisáceo. Es único entre las aves porque tiene solo dos dedos en cada pata. Aunque es demasiado pesado para volar, es capaz de correr a gran velocidad y sostener la intensidad de la carrera durante bastante tiempo.

El avestruz adulto carece de siringe, el órgano vocal de las aves, por lo que no emite sonidos. No obstante, ocasionalmente manifiestan una especie de siseo en tono fuerte.

En época de celo el macho corteja a la hembra con danzas muy vistosas.

Son seminómadas en su hábitat natural, patrullando largas distancias en busca de alimento. La creencia generalizada de que el avestruz en presencia de un peligro esconde la cabeza bajo el suelo es falsa; lo máximo que llegan a hacer es bajar la cabeza a ras del suelo para pasar desapercibidos y parecer un arbusto.