Es conocido como el rey de la selva, pero en realidad el león no vive en la selva. Es más, tiene una alta tolerancia para diferentes hábitats, siendo su única exención, precisamente, el hábitat de bosque tropical (que es comúnmente a lo que se llama selva o jungla).

Es un emblema de la fauna mundial.

Existen dos subespecies, que son el león africano (Panthera leo leo) y el asiático (Panthera leo persica).

Son el único gran felino social. Los grupos son normalmente manadas de hembras emparentadas y coaliciones de machos no emparentados que se disputan la dominancia para quedarse con la permanencia en una manada.

Tienen una variedad de comportamientos de afiliación y amistad, desde lamerse la cabeza hasta tumbarse unos junto a otros con patas o espaldas tocándose.

Las hembras hacen la mayor parte del trabajo en la caza y actúan en equipo. Su alimentación es estrictamente carnívora y tienen un papel fundamental como super-predadores en la cadena alimentaria de su ecosistema. Los super-redadores mantienen «a raya» a los depredadores, porque una sobreabundancia de depredadores (ya que camparían a sus anchas) provocaría la pérdida de poblaciones de presas.

Las amenazas más importantes para los leones en su hábitat natural se pueden resumir en: conflicto con humanos (es muy común que haya cadáveres envenenados dejados por locales para eliminar a los leones que se acercan, pues matan a su ganado para alimentarse y eso supone muchas pérdidas para los ganaderos), falta de presas, caza de trofeos y caza para destinar partes de su cuerpo a creencias medicinales tradicionales.