Los leopardos de Sri Lanka conocen su nuevo hogar

Los dos leopardos de Sri Lanka que han llegado recientemente a Río Safari Elche ya se dejan ver por la instalación. Los ejemplares, ambos machos, realizan sus primeras incursiones por su nuevo hogar tras un proceso inicial de aclimatación que continuará durante los próximos meses. El traslado se realizó con éxito desde dos zoos checos hasta Elche y las primeras semanas de estancia, en las zonas interiores, han transcurrido con normalidad. Superada esta fase, los animales han salido al exterior y viven así su primera toma de contacto con el entorno. Pueden, por lo tanto, coincidir con los visitantes, que tienen la oportunidad de observarlos y apreciar su belleza si deciden moverse por el recinto exterior.  

La adaptación al entorno sigue un seguimiento exhaustivo por parte de los responsables veterinarios y los cuidadores, y un protocolo de actuación para que el resultado sea óptimo. Los ejemplares llegan de parques distintos, por lo que no se conocían y el proceso de adaptación requiere de un periodo de tiempo. Nacieron en los zoos de Brno y Jihlava respectivamente, en República Checa. Por otro lado, el acceso a la zona interior se mantiene abierto, de manera que los leopardos pueden entrar y salir cuando así lo consideren. La comida, por ejemplo, se coloca en dicha área cerrada. El objetivo es que se muevan en el recinto, trepen por los troncos y vayan así ganando confianza y se encuentren cada vez más cómodos con el paso de los días, de acuerdo con el ritmo que marcan los propios animales. 

Moderna instalación para un proyecto conservacionista

El leopardo de Sri Lanka es una subespecie amenazada que se encuentra clasificada como Vulnerable en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La incorporación de dos ejemplares a Río Safari Elche sigue las indicaciones del programa de conservación, a nivel europeo, o EEP (European Endangered Species Programme). Para ello se ha construido una sofisticada instalación que cubre las necesidades naturales de este animal. Un techo situado a trece metros de altura y troncos que alcanzan los once metros definen a un recinto en el que los animales pueden trepar y aprovechar diversas alturas.

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