Toby es un hipopótamo pigmeo y vino a vivir a RSE en diciembre de 2022, tras un trayecto especializado por carretera desde Dvur Kralove Safari Park (República Checa), su zoo de nacimiento, hasta nuestro parque. El traslado tuvo lugar por recomendación del programa europeo de reproducción y conservación del hipopótamo pigmeo (EEP), cuyo comité se encarga de estudiar toda la genética de la población y las posibles parejas reproductoras que permitirían el mantenimiento de la especie de forma sana a largo plazo, para su preservación. A partir de esa planificación, la coordinadora de este programa emite a los zoos miembros unas recomendaciones, para que los animales se establezcan en la edad adulta en los sitios más apropiados para su bienestar y en pro de la reproducción.
El hipopótamo pigmeo es una especie amenazada, presente en nuestros días en territorios extremadamente fragmentados en parches de bosque de humedal de solo cuatro países de África Occidental, que son Liberia, Guinea, Sierra Leona y Costa de Marfil. Las últimas estimaciones calculaban la presencia de, como máximo, 2000 a 3000 hipopótamos pigmeos en estado salvaje, en 2008.
Los hipopótamos pigmeos son animales muy reservados y señaladamente solitarios, que suelen marcar mucho el territorio que transitan para advertir a otros de su presencia y que no se inmiscuyan en su espacio. Nuestro equipo, en cuanto recibimos la recomendación de acoger a Toby, comenzó apresuradamente a modificar y reconstruir las instalaciones de hipopótamo pigmeo del parque, para acomodarle, y que tanto él como las hembras que ya alojábamos, Peggy y Leishan, dispusieran cada uno de su propio espacio, piscina independiente y recinto interior propio. En estos momentos, Toby puede ver a, oler e interactuar con, las dos hembras, pero tienen barreras físicas de separación. A los dos años y medio de edad, Toby es aún un poco joven y será necesario esperar a que haya signos visibles de comportamiento sexual y celo, para intentar una unión segura. Es probable que la unión sea duradera solamente mientras haya receptividad por parte de la hembra, pero pasadas las cópulas, posiblemente la hembra vuelva a mostrar agresividad hacia el macho, invitándole a marcharse. Para el éxito de este proceso será esencial la minuciosa observación de sus cuidadores y cuidadoras. Si todo va bien, podría tener lugar la reproducción de esta especie amenazada por primera vez en RSE.